TRATA DE PERSONAS
Arzobispado de Buenos Aires
OFICINA DE PRENSA
Arzobispado de Buenos Aires
OFICINA DE PRENSA
Jesús iba por las calles de los pueblos enseñando a la gente, curando a los enfermos, consolando a los afligidos, y la gente decía: “Este es un gran hombre”. Se preguntaban quién era él. Y Jesús, que sabía eso, les hace esta pregunta a los apóstoles. Ellos le comentan lo que la gente decía de él y entonces los mira a los ojos y les dice: “Y ustedes quién dicen que soy yo?” Pedro, en nombre de todos, le responde:”Sos el Mesías, el Hijo de Dios”. Pero para evitar que creyeran que era alguien que no estaba en órbita, que no tenía nada que ver con lo que les pasaba, Jesús los baja de un hondazo y les dice: “Sepan que voy a tener que sufrir mucho, que voy a ser entregado y que me van a matar”.Jesús, Dios, el hijo de Dios que se involucra tanto en nuestra vida, en nuestra existencia que se deja matar por nosotros. Jesús, Dios, que se involucra tanto en nuestra existencia que quiere estar compartiendo nuestros dolores. Jesús, Dios, que nos viene a dar una verdadera libertad, pero no la predica desde un teatro o desde un palco sino que la predica con la “carne en el asador” en medio de aquellos que no tienen libertad.
Y por eso hoy Jesús viene aquí; y no viene a proponer una teoría de la libertad o a decir como hacer las cosas sino que viene a decir que está con estos hermanos y hermanas nuestros que en esta ciudad de Buenos Aires viven esclavizados. Ustedes me podrán decir: “Pero Padre, usted siempre dice lo mismo” … Y sí, mientras en Buenos Aires haya esclavos voy a decir lo mismo! [si se clickeo en más información este es el texto completo]